1. Retiramos los posibles restos de grasa que puedan tener las pechugas, y, para facilitar el trabajo la cortamos en dados de 2 o 3 cm. Trituramos con una picadora o multiprocesadora.

2. Mezclamos la carne ya triturada con los huevos, el diente de ajo bien picadito y el pan rallado. Para esto utilizamos un tenedor o con las propias manos. Debemos juntar bien todos los ingredientes y formar una pasta más o menos compacta. Debemos lograr una consistencia que nos permita formar bolitas del tamaño que nos guste. Las reservamos luego en la heladera.

3. Calentamos abundante aceite para freír. Retiramos las bolitas de la heladera y pasamos por el harina o almidón de maíz. Las freímos por ambos lados hasta que estén doradas, luego terminarán de prepararse con la salsa que elijamos.

4. Retiramos a una bandeja con papel absorbente. Podemos reemlazar este paso por horno si queremos que sean más livianas. Cocinamos como mínimo 10 minutos en salsa hirviendo y completamente cubiertas para asegurarnos una buena cocción.